3 de julio de 2011

Cardenal Terrazas recuerda que la humildad y sencillez son actitudes privilegiadas del creyente

Maná 3.7.2011// El mensaje de este domingo invita a recordar la sencillez del Reino de Dios donde los privilegiados son los humildes de corazón. Con esta premisa evangélica el Cardenal Julio Terrazas mencionó que todas aquellas personas y sociedades que olvidan el estilo de Dios caen de sus tronos de soberbia y enajenamiento.

La actitud humilde de Jesús que no es la de los líderes que buscan llamar la atención, forma parte del plan de Dios que trae consigo ese Reino de verdad, fraternidad, reconciliación y perdón.

“Ahí esta la diferencia que siguen arrastrando miles de creyentes a lo largo de tantos siglos y sigue cuestionando aquellas estructuras que se apartan de Dios o aquellos pensamientos que se fabrican en contra de Dios”.

Recordó que Dios siendo Dios con todo su poder y grandeza prefiere el camino sencillo de la paz autentica, al referir esto último agregó que es tarea común implantar en nuestros ambientes esa paz que viene de arriba y no aquellos tipos de paz que busca modos y maneras de matar.

¿Cómo es el Dios que nos ha hecho conocer Jesucristo?

Jesucristo vino humilde, no era de esos líderes que llaman la atención por todos lados.
El camino de la soberbia lleva a la guerra el camino de la discordia separa cada vez más a los pueblos y las personas, el camino de la ostentación, de creer que acumulándolo todo se va tener más, no es el camino de Dios.

“Nosotros no hablamos de Dios porque lo hemos aprendido de memoria, no pronunciamos el nombre de Cristo solo por llenar una ceremonia, no juramos el nombre de Cristo para cumplir tradiciones, estamos comprometidos para conocer el amor del Padre si es que amamos a su hijo Jesucristo que nos llama y nos convoca”.

Cardenal Terrazas también refirió diversas situaciones que aquejan la vida de la sociedad, situaciones como la pobreza, la falta de trabajo, el sufrimiento de los enfermos que están amenazados de muerte por no tener recursos para curarse o los encarcelados y que sufren centros de reclusión que son ambientes más de castigo que de rehabilitación; a todos ellos llama el Señor, ellos son los privilegiados de Dios y les pide ser pacientes y humildes, pese a que hay muchas personas que imponen yugos a los demás por la fuerza.

Somos testigos de la vida, porque en nosotros esta el Espíritu de Cristo.

El espíritu de Dios habita en nosotros, es el que impulsa a mirar a lo alto y caminar en el plan de Dios y no en planes personales, inspira a caminar en la paz de Dios y no destruir lo que es signo de muerte y provoca muerte.

Fuente: http://www.iglesiaviva.net

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